![]() Después de más de un año de trabajar en la biblioteca de mi escuela es muy claro para mí que la gente no lee; no hablo de libros, periódicos o cosas serias, sino nada, en general, ni siquiera los anuncios publicitarios ni advertencias en la calle, como los de «calle cerrada» o «cuidado con el hoyo». Mi madre dice que el mundo es para los listos; yo digo que es más bien para los que leen. Hay muchos que dicen que la vida es también cosa de suerte, yo digo que es cosa de leer. La semana pasada una amiga de Chris nos invitó a la pista de hielo que está frente al Ferry Building, en San Francisco. Ella llegó unas horas antes que nosotros así que ya estaba patinando para cuando nosotros llegamos. Como todas las pistas, la cosa se trata de dar vueltas y vueltas. Toda la pista estaba llena de anuncios de patrocinadores. Uno de ellos mencionaba una promoción de Hawaiian Airlines para ganarse un viaje doble a cualquier isla. Lo único que había que hacer era tomarse una foto con el anuncio y subirla a Twitter con la etiqueta #HawaiianHoliday. En seguida me tomé la foto y la cargué. La amiga, que llevaba ahí casi 2 horas nos dijo que no se había dado cuenta del anuncio. Sé que no fue problema de Hawaiian Airlines, definitivo, porque tienen buena publicidad, pero al parecer a todos les pasó igual. Chris tiene una hipótesis de psicología; dice que tanta gente vio el anuncio que pensaron que habría muchos participantes y, por lo tanto, tendrían muchísimas menos oportunidades de ganar por lo que al final nadie participó. Yo digo que no leyeron el anuncio y punto. A la semana de haber cargado la foto recibí un correo de la aerolínea felicitándome por haber ganado la promoción. Cuando revisé la etiqueta en Twitter, me di cuenta que solo 3 personas además de mí había cargado su foto. Una semana después de haber ganado el viaje a Hawaii fui de paseo a una plaza en el centro de San Francisco. En el segundo piso había un puestito en el que no se paraba ni una mosca. El chico, medio desesperado, saludaba a todo mundo que pasaba por ahí. Lo saludé y le hice plática un ratito porque sé lo feo que es tratar de vender algo y nomás nadie te pela. Me dijo que había una promoción para una tableta gratis y que en ese día solo dos personas había entrado al concurso así que tenía muchas posibilidades de ganar. Llené la mini solicitud con mi correo electrónico y mi número de teléfono y me fui. El chico me regaló un termo, muy bueno (no se le riega nada, nadita). A la semana siguiente, recibí una notificación de Asus. También me gané una tableta. Hoy recibí por correo mi tableta y seguro me la llevaré de paseo a Hawaii. Siempre deténganse a leer, hasta la publicidad (sobre todo si hay promociones). Ya verán como mejora su suerte.
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#GelichuCuando Angélica va de camino por un té y no tiene nada con qué escribir o está a punto de quedarse dormida, se le ocurren las mejores ideas. Más sobre ella. Notas anteriores
Abril 2018
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