![]() ¡Tengo gripe! Así que ayer me quedé en mi casa a perder el tiempo en Facebook viendo los comentarios y muros de otras personas. Vi que Tardar Sauce, la gatita que muchos conocen como Grumpy Cat, iba a visitar San Francisco. El evento fue en el Macy's del centro, que está muy cerca de mi escuela, así que decidí ir a ver de qué se trataba.
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![]() Hace poco tuve en mi clase de comportamiento del consumidor un expositor invitado que nos habló de la diferenciación de productos. Este hombre trabaja para SKYY, un vodka gringo que se produce en San José (a una hora de San Francisco) que al parecer es un producto muy exitoso. En las diapositivas nos explicó que el modo en que las bebidas alcohólicas ganan terreno es agregando esencias o sabores, para poder utilizar más espacio en las tiendas y estar visualmente presentes en la mente de los compradores. ![]() Bien podría venderla esta historia a Silvia Pinal. El año pasado, cuando fui a Xalapa, andaba comiendo helado con mi mamá en Los lagos; de repente, muy al estilo de mi madre que siempre se guarda los mejores chismes, me enteré de la razón de mis desventuras. // Nos conocimos en 2010, unos meses antes de irme a Oslo. Él era el amigo de un amigo de mi novio; los tres querían comenzar un negocio de pizzas. Estábamos en la casa del amigo aprendiendo a hacer la masa y él estaba parado frente a mí, del otro lado de la mesa. Estiró los brazos para tomar mis manos, «qué chiquita estás». Con su índice, me puso harina en la nariz. La cocina estaba llena de gente, pero para mí estábamos solo él y yo. En septiembre, año del bicentenario, mi novio hizo una noche mexicana en la azotea de su casa. Había tequila por todos lados. En la madrugada, subí al tapanco en el cuarto de su hermano porque ya no aguantaba más el sueño y alguien me abrazó. De repente llegó el hermano, «te voy a llevar al cuarto para que descanses»; no sonaba muy contento. Al día siguiente me enteré quién me estaba abrazando. ![]() México es un país violento. No lo digo por Ayotzinapa, ni los cárteles, ni el gobierno, ni todo lo que está en las noticias. En México, la violencia es una cultura, es lo normal; sean tan amables de ser honestos y aceptarlo. No se engañen ni digan que no es cierto. El año pasado fui con mi mamá al súper y vi a una señora jalándole el pelo a su hijo (o de quien fuera el niño que venía con ella). Yo, indignada le dije a mi mamá que alguien debería decirle que no lo haga. Mi mamá me respondió que no me metiera en esos asuntos porque no es mi hijo y cada quien sabe lo que hace con sus hijos. A mi parecer, esa señora claramente no sabe lo que está haciendo, pero el problema es que, hasta la fecha, me siento culpable de no haberle detenido el brazo o haberla reprendido por su comportamiento. ![]() Para propósitos genéticos, demográficos y culturales, soy mexicana. Para propósitos profesionales y académicos, soy traductora. Parte de mi trabajo es hacer que dos idiomas diferentes se entiendan; parte de mi cultura es comunicar que México es una mezcla de etnias desde hace más de 500 años y que nosotros somos el verdadero melting pot. La belleza del Día de Muertos no es el pan de muerto, las calaveras de dulce o el papel picado, sino su fortaleza: la subsistencia de una celebración prehispánica que se disfrazó de rito religioso que ni la construcción de catedrales con restos de pirámides, ni la esclavitud de sus pueblos, ni la imposición de un nuevo idioma pudieron derrocar; es una celebración tan grande que ya cruzó fronteras y hasta le andan cambiando el nombre por su traducción inversa. |
#GelichuCuando Angélica va de camino por un té y no tiene nada con qué escribir o está a punto de quedarse dormida, se le ocurren las mejores ideas. Más sobre ella. Notas anteriores
September 2020
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