![]() Los que me conocen desde hace más de 20 años, seguro que alguna vez han visto mi gigantesca casa de muñecas que fue la sensación de todas mis fiestas de cumpleaños, cuando estaba en la primaria. La casa de cedro, de unos 50 kgs y 1.20m de alto, es una réplica de la casa que era de mis abuelos, que ahora es de mi mamá. En la madrugada de un Día de Reyes en 1991 esa casa de muñecas llegó a la casa de mi abuelita, junto con unos Cabbage Patch (Sandy y Miguelito). Todo mundo se dio cuenta. La casa era tan pesada y la puerta de entrada, que en aquel entonces era una puertita amarilla y ahora es un portón azul, eran tan chiquita que fue imposible meterla discretamente.
2 Comments
![]() Es difícil definir exactamente qué es ser adulto. Cada quien tiene una perspectiva y opinión diferente pero todos podemos convenir que la edad adulta no incluye los mismos comportamientos de la secundaria. A mis 28 años, nunca me imaginé que regresaría a la secundaria, no al lugar donde conocí a mis Justers –hasta ahora, lo mejor que me ha pasado en la vida– sino a la secundaria de niñas católicas, aquel lugar que describí en una entrada anterior casi como una cárcel, donde «todo lo que digas será usado en tu contra». Ahora sí, esta es la versión de cómo llegué aquí, físicamente. Algo que probablemente nunca olvidaré.
Artículo que escribí para el blog de mi escuelita (https://blogs.miis.edu/tispanish/2013/01/15/el-deporte-en-monterey/)
Esta es la historia de cómo unos tenis de color rosa acabaron inscribiéndome en un medio maratón. Artículo que escribí para el blog de mi escuelita
(https://blogs.miis.edu/tispanish/2013/01/24/mi-ultima-clase-de-espanol/) |
#GelichuCuando Angélica va de camino por un té y no tiene nada con qué escribir o está a punto de quedarse dormida, se le ocurren las mejores ideas. Más sobre ella. Notas anteriores
September 2020
Categorías
All
|