![]() Después de 13 años de espera, por fin se me hizo que Justin sacara un disco nuevo y su gira pasara cerca de mí. Aunque la verdad su disco nuevo no me encantó, no dudé en comprar el boleto. Originalmente tenía un boleto en gradas, porque no había alcanzado en pista. Tres días antes del concierto, me enteré de un sitio que revende boletos de pista a precios decentes así que compré otro. Como tenía dos boletos, pregunté si alguien quería ir conmigo y nadie estaba muy convencido a pesar de que iba a ser un concierto 2x1: Justin y Jay-Z (un rapero muy famoso, entre otras cosas, esposo de Beyoncé). Al final, mi amiga Isabel decidió ir conmigo a San Francisco.
Este fue el último evento que hubo en el Candlestick Park, el estadio que era de los 49ers (el equipo de americano) porque está en un barrio bastante feo y el edificio está algo dañado. La última parada de la ruta de autobús que pasa por mi casa está a tres cuadras del estadio, así que la ubicación, aunque fea, fue conveniente. Como no había que transbordar, nos fuimos –según nosotras– con suficiente tiempo. Cuando estábamos casi por llegar al estadio, escuchamos ovaciones así que salimos corriendo para entrar al estadio. Cuando se fue cada quien a su asiento, porque los lugares eran en áreas diferentes, Justin estaba cantando Señorita. Así es, cuando fui a ver a Justin Timberlake, mi ídolo de toda la vida (después de Juan Gabriel, claro está) llegué tarde al concierto. Mi lugar era en la pista y, aunque estaba numerado, no era tan fácil moverse hasta llegar al asiento que me tocaba. En la pista había tres secciones y me tocaba en la de en medio. Caminé hasta la valla de enfrente para poder pasar y me detuvo una persona de seguridad. De repente se abrió la valla y empezaron a sacar a un chorro de personas que estaban muy borrachas o muy drogadas. El área olía a mota bastante fuerte. Mientras sacaban a toda la gente que pataleaba, entraron más policías para evitar que se hiciera un relajo y una chica de seguridad que revisó mi boleto me llevó a «un área más segura». Me pusieron frente al escenario entre la zona 1 y 2 (de 3). Por suerte, se olvidaron de mí y ahí me quedé, en primera fila. No sé si fue porque estuve esperando este concierto muchos muchos años y mis expectativas eran bastante altas o por si estaba esperando un espectáculo muy pop, cuando en realidad fue más rock/rap, pero –la verdad– no me encantó. Estaba convencida que iba a arrancarme el pelo y llorar como loca pero incluso cuando Justin cantó Cry me a river, la verdad estuve sospechosamente tranquila. No hubo algo que me impresionara mas que la indiferencia de los dos artistas con el público. Se ve que los dos son muy felices cantando y haciendo lo que hacen, pero todo el tiempo tenían una fiesta personal en el escenario y muy pocas veces voltearon a ver al público. La verdad es que ninguno de los dos es famoso por ser súper humilde, más bien todo lo contrario, y aunque no hay nada mejor que escuchar Like I love you en vivo, la verdad esperaba mucho más, aún en primera fila.
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#GelichuCuando Angélica va de camino por un té y no tiene nada con qué escribir o está a punto de quedarse dormida, se le ocurren las mejores ideas. Más sobre ella. Notas anteriores
September 2020
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