![]() Toda la vida he dicho que nunca he hecho nada ilegal y en general nunca apoyo ni celebro a quien quiera hacerlo. Esta fue la única vez que casi lo hago. Justo después de que a mi novio de aquel entonces, el buen Sergio, y a mí nos corrieran de la Facultad de Física, hospedamos mucha gente a través de Couchsurfing (una comunidad en línea de viajeros internacionales). Conocimos a muchas personas que nos platicaban de sus países de origen; la mayoría de nuestros visitantes tenían un estilo más bien «alternativo», interesados en las granjas orgánicas, la vida sin responsabilidades y la exploración de la naturaleza (o sea, bien hippies). Unos de nuestros tantos huéspedes fueron Fito y Nina, un chico mexicano y una chica francesa que acaban de regresar de Canadá pues habían trabajado (ilegalmente) recogiendo manzanas y, gracias a las ganancias que obtuvieron en el huerto, estaban viajando por el mundo. Nos contaron sobre cómo era el trabajo en las hortalizas y cómo la aventura fue posible gracias a que Canadá no pedía visas de entrada para México o Francia.
Sin escuela, sin trabajo y sin dinero, Sergio y yo decidimos que ir a Canadá a probar suerte (a pesar de las objeciones de ambas nuestras madres), para juntar dinero y comprar una casa en México, era mejor opción que quedarse en Xalapa a vivir la vida de ninis. La mamá de Sergio, Gloria, muy amablemente nos prestó su tarjeta de crédito para comprar los boletos, algunos amigos nos dieron sus donaciones, vendimos bufandas, gorros y playeras con nuestra «empresa» (la aclamada Changuito Banana), hicimos maletas y nos despedimos de todos un sábado, la última semana de junio del 2009. Nuestro vuelo salía el miércoles a las 6 a. m. pero decidimos ir al D.F. unos días antes para visitar el Zoológico, el Museo de Antropología y todo lo que hay que ver en la ciudad, que para nada es poco. El domingo en la noche, Gloria nos mandó un mensaje preguntándonos si ya teníamos lista nuestra visa, a lo que nosotros respondimos: «No se necesita visa, por eso mismo vamos a Canadá y no a Estados Unidos», ella respondió: «¿Ya vieron las noticias?». A partir del lunes a las 12:00 a.m., una hora después de recibir el mensaje, todos los mexicanos que desearan entrar a Canadá necesitaban una visa de turista, aunque se extendía un periodo de gracia de 48 hrs, 6 hrs antes de que saliera nuestro vuelo. Unas horas después, al igual que otros 30 000 mexicanos, fuimos a la embajada de Canadá a preguntar qué sucedía con nuestro caso; para hacer una historia larga más corta, regresamos a Xalapa y la mejor solución –después de que nos rechazaran la visa por la tasa de cambio del dólar canadiense (nos faltaban 9 pesos para completar el trámite) con lo que nos dimos cuenta que Canadá realmente no tenía ganas de recibir más gente– resultó ser cambiar el boleto. En febrero del año siguiente, ya inscritos en la Facultad de Idiomas en el 2º semestre de la licenciatura en Lengua Inglesa, nos fuimos de vacaciones 22 días al Reino Unido en uno de los últimos vuelos de la legendaria y excelente Mexicana de Aviación, un viaje en el que por cierto no pagamos hospedaje ni un solo día gracias a Couchsurfing. En el tren de Londres a Liverpool, nuestra primera parada, comenzó a nevar. Miré por la ventana y comencé a llorar, pues ver la nieve era algo que había esperado toda mi vida. En ese entonces pensaba que Canadá iba a ser mi primera nevada, aunque como tal, la nieve espesa la viví en otro lugar. Un año después de ese viaje, estaba en intercambio en Noruega; en diciembre del 2011 fui, con el nuevo novio, al Polo Norte. Eso sí es nieve.
4 Comments
Clara
25/1/2014 11:49:28 am
jajajaja no me acordaba de eso de la visa!! Por cierto, recuerda dejarme esa chamarra en tu testamento
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dr. murdock
15/10/2014 07:53:36 pm
hoy me hizo el dia...gracias...
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Geli
20/5/2015 06:14:04 pm
Je, je. ¡De nada! Perdón por tardarme tanto en responder este comentario.
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#GelichuCuando Angélica va de camino por un té y no tiene nada con qué escribir o está a punto de quedarse dormida, se le ocurren las mejores ideas. Más sobre ella. Notas anteriores
September 2020
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